El Juzgado de Garantías de Mar del Tuyú finalmente elevó a juicio la causa por la muerte de Alejandro Nicolás Martínez en la celda de una comisaría de San Clemente.
Martín Prieto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 2 (UFI 2) descentralizada del partido bonaerense de La Costa, había solicitado que los cinco hombres y las cuatro mujeres miembros de la Policía bonaerense que están imputados en el marco de la investigación sean juzgados por el homicidio.
Los principales acusados son José Pereyra (35), Christian Rohr (31) y Maximiliano Munche (48), imputados como coautores de "homicidio triplemente agravado por alevosía, ensañamiento, por el concurso premeditado de más de dos personas y por haber sido cometido por miembros de una fuerza de seguridad abusando de sus funciones".
En ese sentido, pidió a su vez que los efectivos Laura Chiarullo (36), Evelyn Garófalo (28), Jaqueline Mansilla (30), Carla Cantarella (30), Sandro Mujica (35) y Miguel Boulos (54) sean juzgados por el delito de "homicidio triplemente agravado", pero en calidad de "partícipes secundarios". De esta manera, no se hizo lugar al pedido de sobreseimiento de los imputados.
“Cabe hacer notar que los elementos indiciarios respecto de la autoría y participación atribuidas resultan suficientes como para justificarla impostergable necesidad de producir el amplio debate del juicio”, se indicó en la resolución a la que tuvo acceso LAPLATA1.com.
Además, se señala que “del informe preliminar de autopsia de fs.69, del examen preliminar realizado y de la autopsia surgen lesiones que, por su gravedad, resultan prima facie compatibles con la situación que describe el testigo Galinelli en sus dos declaraciones testimoniales, (en la segunda oportunidad, el mencionado señala preguntado para que diga si además de los cuatro efectivos que intervinieron, los demás pudieron ver y/o escucharlos gritos y golpes, manifiesta que sí, todos los efectivos que estaban en la comisaría en ese momento escucharon todo y vieron la situación que vi yo cuando lo tiran al piso, ya cuando estaban en el calabozo creo que no pudieron ver, pero sí han escuchado los ruidos a golpes y quejidos. Chiarullo estaba en el área de recepción, o mesa de entradas, Mansilla, una gordita, también estaba en la recepción) por las dimensiones de la comisaría todos han escuchado todo)”.
“Era un ser humano muy querido, no tenía conflicto con nadie, es un hecho doloroso, destruyó por completo a la familia, un chiquito de 4 años se quedó sin su papá”, había manifestado Miguel Molina, abogado patrocinador de la familia de Alejandro Martínez junto a Alfredo Gascón.
Cabe recordar que, según la investigación, Martínez murió en la comisaría 3ra. tras ser trasladado en un patrullero desde el Hotel Fontainebleau, ubicado en calle 3 y avenida Costanera, luego de que empleadas del lugar denunciaran que estaba provocando daños en la habitación del séptimo piso en la que se hospedaba.
