El Banco Central difundirá el miércoles el habitual relevamiento de expectativas del mercado (REM) que avalará la expectativa de una inflación para noviembre por debajo del 6%, tal como espera el Gobierno.
La baja en los alimentos atenuó la inflación de noviembre pero el mercado espera otra suba para este mes
Desde el Gobierno dejaron trascender que el IPC del mes pasado habría rondado el 5,5%, aunque las consultoras lo ubican más cerca de 6%.
Esa estimación se basa, principalmente, en la desaceleración del rubro alimentos y bebidas que convalidan la mayor parte de las consultoras y economistas que participan del relevamiento. Ese menor ritmo se produce, paradójicamente, gracias a uno de los principales problemas que enfrenta hoy la gestión económica: la sequía.
El impacto de las condiciones climáticas, que afecta la producción de granos y complica todos los números del Gobierno, tiene en el corto plazo una consecuencia que aporta algo de alivio en términos de inflación. De la mano del precio de la carne, el promedio de precios de la canasta de alimentos quedaría, en los registros del mes pasado, casi dos puntos por debajo del nivel general del IPC.
El aumento mucho más pausado en el precio de la carne se produce porque, desde septiembre, se registra un aumento de la faena, es decir, una mayor oferta de carne vacuna en el mercado. Esa mayor disponibilidad, producto de la escasez de alimento para los animales, hace que los productores apuren el envío de los animales al frigorífico, lo que modera sensiblemente el aumento de precios de toda la categoría, cuya suba se encuentra casi 10 puntos por debajo de la inflación general.
La carne tiene una alta ponderación en todo el rubro alimentos tal como lo mide el INDEC -y por ende en el IPC- , el cual según los distintos analistas avanzó también en noviembre muy por debajo de la inflación general. Mientras la expectativa oficial y privada, en promedio, es que el IPC anote un incremento entre 5,5% y 6% para el mes pasado, los precios de los alimentos habrían subido “apenas” entre 3% y 3,8 por ciento. Ya en octubre los valores de la carne había mostrado “un descalce” respecto del resto de los precios del supermercado, con una suba 2,2%, en un mes que la inflación marcó 6,3% según la estadística oficial.
De esta manera, a noviembre, el aumento de los precios en supermercados y carnicerías no llega a 78% mientras que la inflación general acumulada se prevé en un piso de 87% a esa fecha. Esta dinámica es inversa a la que se registró hasta mayo de este año, cuando el precio de la carne avanzaba a mayor velocidad que el promedio de precios, tal como ocurrió durante 2021.