Todavía reina la conmoción y tristeza en La Plata por la muerte de Luciano Guayuan Espíndola, el trabajador que cayó desde un cuarto piso en una obra en construcción de 48 entre 11 y 12.
Tenía 36 años y falleció en el Hospital Rossi donde permanecía internado debido a que el golpe le provocó un fuerte traumatismo de cráneo.
LAPLATA1.com dialogó con su sobrina, quien aún no puede salir de la angustia.
“Luciano era una persona muy amable, muy querida, ayudaba a gente que lo necesitaba, daba una mano en los comedores. Jugaba mucho a la pelota, y lo llevaba a su hijo a jugar. Ese era su deporte favorito”, comentó.
“Se la pasaba trabajando para darle lo mejor a la familia. Más que nada queremos concientizar para que haya más seguridad en las obras; son las personas que están en riesgo”, agregó.
Y confesó que “todavía los familiares no lo podemos creer; estamos en el aire. Es algo muy difícil para todos”.
“Siempre ha estado al 100% con las personas que lo necesitaban. Era buen padre, buen tío, buen esposo. Siempre dio todo por la familia”, siguió la sobrina.
“A pesar de que él no esté ahora con nosotros, siempre va a estar mirándonos desde dónde esté, y velando por nosotros”, sostuvo.
Y completó: “No se merecía morir, y para mí esto no es una muerte accidental; hay responsables”.