Una situación bastante incómoda en la Secundaria es cuando el profesor hace la devolución de las notas de los exámenes. Incómoda para el que suele sacarse 10, “acusado” de “nerd”, pero también problemático para quien desaprueba.
Pero el problema no queda allí, sino que también se arrastra al ámbito universitario: ¿el docente tiene que comunicar las calificaciones de manera pública? ¿Es un escrache encubierto o los estudiantes exageran?
Algo que aprecio mucho de las universidades privadas (al menos a la que voy) frente a la universidad pública que voy, es que las notas son privadas. UNLP enviaba el listado con las notas de todos, y honestamente estoy muy en contra de eso.
— Pedro Soto ????????????????????????? (@pesotolp) October 9, 2023
En la red social X, un usuario de nombre Pedro comentó: “Algo que aprecio mucho de las universidades privadas (al menos a la que voy) frente a la universidad pública que voy, es que las notas son privadas. UNLP enviaba el listado con las notas de todos, y honestamente estoy muy en contra de eso”.
“Eso es un delirio total, más allá de que si ponen un cartel en un pasillo también terminan leyendo los demás”, le respondió otra persona.
“Esto era peor que el pasillo (que había docentes que lo hacían). LO ENVIABAN POR CORREO. Algunos docentes eran más precavidos y ponían el legajo en vez de nombre completo”, agregó después Pedro.
¿Deberían exigir privacidad los alumnos de manera obligatoria a la hora de recibir las notas?