El pasado sábado 7 de octubre, de Shabat, inició el conflicto que tiene lugar en Medio Oriente y mantiene conmocionado al mundo. Un grupo de terroristas de Hamas ingresó a los poblados que están cerca de la frontera con Gaza.
El ataque sorpresa que se saldó con 1.400 muertos y más de 240 rehenes, le dio comienzo a una guerra que ya dejó más de 10 mil víctimas.
Los muertos confirmados hasta el momento son 10.022 -más del 70 % son mujeres, niños y ancianos-, además de más de 25.400 heridos, según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por el brazo político de Hamás.
Entre las víctimas mortales, 2.641 son mujeres y 4.104 son niños. El Ministerio denunció que, en las últimas 24 horas, han muerto 252 personas en los bombardeos israelíes sobre el enclave en 18 ataques, que afectaron a varios hospitales.
Por su parte, el Ejército israelí anunció que mató a un supuesto comandante de Hamás, que identificó como Wael Asefa, comandante del batallón Deir al Balah, y que volvió a localizar armamento del brazo armado del grupo islamista en instalaciones civiles.
En la jornada de ayer Antonio Guterres, secretario general de la ONU, pidió un alto el fuego inmediato y advirtió que el incesante bombardeo israelí estaba convirtiendo a la Franja de Gaza en un “cementerio de niños”.