Camila tiene 30 años, vive en La Plata y ahora busca romperla en México representando al país.
En diálogo con LAPLATA1.com, la joven cuenta su historia. Una historia de muchas frustraciones y de permanente superación. Superación artística y de prejuicios.
“La danza es mi estilo de vida. No significó siempre lo mismo para mí, pero siempre fue mi pasión. Empecé a bailar de grande, a los 16 años aproximadamente, en la ciudad de Las Flores. Yo soy de ahí. Me enamoré de la salsa”, recuerda.
También cuenta que amaba a Celia Cruz y veía las películas de Chayanne. A los 18 años Camila se vino para La Plata a estudiar Ciencias de la Educación.
“No pensé que me iba a dedicar de forma profesional. Tenía que superar los prejuicios de gente que te dice que ‘la danza no te va a dar de comer’”, reflexiona. Otro punto que debía superar: el hecho de haber aprendido a bailar desde más grande. Era otro escollo al “sentido común” de la danza.
“El escenario es mi vida, es lo que más amo hacer. La exposición es algo que me encanta”, señala. Ya compitió en Punta del Este, en Córdoba, en la Ciudad de Buenos Aires.
“Al principio era un hobbie y solo pensas en disfrutar. Cuando te lo tomas más en serio, quería que las cosas me salgan perfectas, entonces empecé con frustración conmigo misma, con la comparación con otras bailarinas. Fueron cosas feas, pero la frustración es algo que existe en cualquier profesión”, reflexiona.
“Hoy no lo veo como algo feo, sino como algo importante del proceso. Lo importante no es llegar a un lado, sino el proceso. Yo me enamoré de ese proceso de frustración, de enojo, de superación. Es una competencia con uno mismo”, sigue relatando Camila.
Tampoco fue fácil cuando tuvo que comunicarle a su familia que no iba a terminar con Ciencias de la Educación. Le faltaba poco para recibirse, pero la carga horaria ya era incompatible. Todo no se podía. Había que elegir y Camila sabía que la danza no era negociable. A los 20 años, dice, fue el clic. Allí supo que el baile iría en serio.
En unos días partirá a Cancún. El 7 de diciembre representará a la Argentina. “Me pasaron muchas cosas lindas: las personas que conocés, rodearte de buenos profesionales, empezar a viajar por todo el país. Es una aventura súper linda”, completa.
En ese marco, también puso a disposición su Instagram para poder ayudarla costeando el viaje, los gastos y la estadía.
