Un estudio reciente encontró que los hombres tienen más probabilidades de ganar peso después de casarse que las mujeres, pero perder peso podría ser un signo de infidelidad.
Una encuesta reciente realizada por el sitio inglés de citas para casados IllicitEncounters.com encontró que el 72% de los hombres dice haber perdido peso desde que se embarcó en una relación extramatrimonial.
En los primeros tres meses de aventuras, los hombres pierden un promedio de cinco kilos. Anthony de Glasgow, miembro de IllicitEncounters.com que participó en la encuesta, reveló: “Me di cuenta por primera vez de que estaba ganando peso aproximadamente un año después de mi matrimonio, y a partir de ahí pareció ir en espiral. Comida para llevar cada dos noches y veladas interminables sentado en el sofá: eso es lo más emocionante que se volvió mi matrimonio”.
“Cuando comencé a tener aventuras hace unos dos años, supe que tenía que empezar a enorgullecerme más de mi apariencia: quería sentirme bien emocional y físicamente, y parecer más atractivo para las mujeres. A partir de ese momento, me prometí hacer más ejercicio. Regularmente y tener cuidado con lo que comía”, indicó.
“Si vieras una foto mía de hace dos años, no me reconocerías. La confianza que he ganado al tener aventuras y el impulso que me ha dado para querer cuidarme mejor es fenomenal. Obviamente noté la diferencia, pero mi esposa simplemente piensa que estoy pasando por una crisis de la mediana edad”, puntualizó.
El incremento en la producción de adrenalina, cortisol y serotonina y la mayor sudoración generan un mayor gasto de calorías al ser infiel. Esto se suma a los resultados de estudios anteriores que han mostrado que media hora de sexo intenso sirve para quemar entre 100 y 300 calorías.
La experta en relaciones de IllicitEncounters.com, Jessica Leoni, dijo: “No es ningún secreto que al principio de una relación tendemos a hacer un mayor esfuerzo, con un enorme énfasis en lucir bien con la esperanza de conseguir una pareja para toda la vida. Bueno, resulta que una vez que has hecho todo ese trabajo duro, todo podría ir cuesta abajo.
“La complacencia en el matrimonio es un gran catalizador para la infidelidad: las rutinas aburridas son un obstáculo que muchas parejas enfrentarán en algún momento en las relaciones a largo plazo. El hecho de que tu pareja vaya al gimnasio religiosamente y pueda lucir un par de jeans ajustados no significa que está al acecho de una cita secreta, pero la próxima vez que el esposo diga que se va a hacer ejercicio o que comienza a perder peso misteriosamente, es posible que desee comenzar a hacer algunas preguntas”, cerró la experta.