Uno de los investigadores afectados al caso, reveló a este diario que la angustiante situación sufrida por el taxista, de 59 años, “comenzó alrededor de las 20.45 (de dicha jornada), cuando dos jóvenes le hicieron señas para que aquél detuviera la marcha del coche en 66 entre 138 y 139”.
Luego, citó que “por lo que el taxista denunció en la comisaría tercera, estos muchachos que subieron al vehículo eran de presencia sospechosa”.
Al respecto, el detective puntualizó que “los dos tenían su cara cubierta”. Y los describió así: “uno de ellos es de 1,80 de altura y el otro de 1,70, pero ambos físicamente delgados. Uno de tez blanca y el otro de cutis trigueño”. Agrego que “los dos tenían camperas de abrigo y bufandas”.