El radicalismo suma nuevos capítulos a su internismo, y ahora el foco se centra en la Provincia de Buenos Aires.
Facundo Manes y Martin Lousteau van de la mano para desafiar a Maximiliano Abad, cuyo sector conduce el comité bonaerense. Pablo Domenichini, diputado provincial muy vinculado al ámbito universitario, es el elegido.
Se trata de un rompecabezas algo complejo. Para algún desmemoriado, Manes y Lousteau se habían enfrentado en el 2021. Manes jugó fuerte con Abad, mientras que Lousteau apoyó a Gustavo Posse.
Hacia el 2023 la UCR quedó eclipsada por las luminarias del PRO. Los referentes radicales se subordinaron a las candidaturas de Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Néstor Grindetti y Diego Santilli. Tuvieron que conformarse con poner a los "vices".
Como se sabe, Posse y Lousteau jugaron con Larreta, y Abad con Bullrich. Manes amagó hasta el final pero dio un paso al costado. No encabezó ninguna candidatura.
El acuerdo entre Manes y Lousteau no sorprende demasiado: han sido consistentes en el rechazo a la mayoría de las propuestas de Javier Milei.
La dupla goza de un activo: jugar con soltura. No tienen compromisos territoriales ni de gestión.
Para el sector de Abad ese plano es más difícil. Hay un "efecto pinza" incómodo: los diputados nacionales han sido colaborativos con el Ejecutivo Nacional, y los intendentes bonaerenses tienen acuerdos y negociaciones con el gobierno de Axel Kicillof. El margen de maniobra es acotado, por arriba y por abajo.
Los intendentes quieren recursos y la Provincia quiere su Ley Impositiva cuando termina cada año. Esas negociaciones suelen ser arduas y los legisladores radicales tienen poco peso. Generalmente reproducen lo que acuerdan sus mandatarios locales. Manes y Lousteau no están atados a ese esquema.
De todas formas, más allá de los realineamientos internos, hay un problema estructural en la UCR: no disponen de candidatos "sexys" ante la opinión pública. Ni en la Provincia de Buenos Aires ni a nivel nacional.
Hace largos años que los radicales no ponen candidatos a Gobernador competitivos. No tienen tampoco intendentes en el Conurbano. Y, si la estrategia 2025 falla, también quedarán debilitados en los parlamentos.