La noche vibró al ritmo de los Ratones Paranoícos en Vélez

La banda liderada por Juanse se presentó en Vélez en el marco de la gira Última Ceremonia Tour. Tocaron todos sus hits durante más de dos horas ante un estadio colmado
Música 15/09/2024 . Hora: 13:22
La noche vibró al ritmo de los Ratones Paranoícos en Vélez

Ha sido un largo viaje plagado de excesos, éxitos, polémicas y rock and roll. Cuatro décadas después, Ratones Paranoicos, los mismos cuatro que comenzaron en Villa Devoto con la vuelta de la democracia, se despidieron a lo grande con un show inolvidable en Vélez, aunque quedó flotando en el ambiente la sensación de que ese adiós fue más bien un hasta luego.

El show comenzó con una hora de demora. Las bandas teloneras –Atraco y Lion Machine- cumplieron con el horario pautado, pero el plato fuerte de la noche se demoró más de lo esperado. El embudo que se formó en el ingreso al campo provocó una cola sobre Juan B. Justo de más de un kilómetro, pero la espera adentro del estadio fue matizada con canciones de AC/DC, Johnny Winter y Pappo (¡cómo sonó Sucio y Desprolijo!).

SHOW DEL DESAYUNO

A las 22:05 el estadio ya estaba colmado. Se apagaron las luces y apareció Bobby Flores, el maestro de ceremonias. “Hoy todos somos Ratones Paranoicos”, bramó en el mismo momento en el que Juanse, Sarco, Pablo Memi y Roy aparecieron en escena. Antes de empezar a tocar avanzaron por una pasarela hasta tres cuartos de cancha para saludar al público, una masa uniforme de cabezas y brazos en constante movimiento. Entonces llegaron los primeros acordes de Les Paul negra de Juanse y hubo rock. Isabel, decorada con una buena sección de caños, fue el primer tema de la noche. Después siguieron con Rainbow y ahí fue cuando Juanse se dirigó por primera vez en la noche a su gente: “¡Viva el rock and roll! Está más vivo que nunca”.

Los Ratones tocaron un popurrí de temas de todos sus discos, canciones que nos transportan a fines de los ochenta y los noventa. No son muchas las bandas argentinas que tengan semejante catarata de hits. 

PROVINCIA DENGUE

Los que flameaban las banderas amontonados en la parte delantera del campo no dejaron de hacerlo en ningún momento. La intensidad del resto del público fue al compás de la música. Cuanto más clásico era el tema, más cantaban y se agitaban. Y Juanse sabe cómo llevar un show. Lo de anoche no fue ese descontrol ahumado de los años de Cemento o Prix D’Ami, sino otra forma de vivir el rock & roll. Porque Juanse, Memi y Roy no son los únicos que tienen canas (Sarco por algún misterio capilar lo tiene bien negro), sino que buena parte del público también combina el pelo gris con remeras rockeras.

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