Magalí Dufour tiene 33 años, es de La Plata y hace más de cuatro años se animó a empezar un pequeño emprendimiento de cosas dulces.
"Me motivó mucho en la pandemia", dijo a LAPLATA1.com quien también es enfermera especializada en adultos y adultos mayores. En pleno 2020, recibió un llamado para trabajar en el Hospital San Roque. Entonces esperaba a su segunda hija: "No pude ir porque atravesé un embarazo complicado".
Con las puertas cerradas al trabajo que ama hace una década, entró en el mundo de la pastelería con el impulso de su familia y de sus amigos. "Siempre me gustó la cocina tanto como la enfermería porque me parece que son formas de dedicar tiempo y amor a las personas", dijo.
Apenas empezó el emprendimiento, tuvo el desafío de cocinar y trabajar con dos niños chiquitos en casa. A pesar de eso, pudo sobrellevarlo y seguir adelante con su fórmula dulce. Puede decir que es autodidacta: no pudo estudiar pastelería pero se volvió una verdadera maestra. De todas formas, algún día le gustaría aprender aún más de lo que ya sabe.
"Lo que más me gusta es el proceso que lleva cada comida, la elaboración y hacer desayunos sorpresa. Amo sobre todo las cosas que te piden los clientes, ¡Tienen cada ocurrencia!", dijo Magalí.
Con el éxito de su pequeño emprendimiento, Magalí ahora tiene una ilusión: "A largo plazo me gustaría poner un local, ya que realmente amo cocinarle a los demás. Sobre todo cuando me mandan mensajes y me dicen que estaba rico".
"Para mí la pastelería y la enfermería van de la mano porque de alguna u otra manera hacés sentir bien a los demás. Ya sea con un poquito de amor en la comida, en un buen día en el desayuno, en una curación, cambia todo", cerró.
