
Un asombroso descubrimiento realizado en la iglesia de San Andrés, ubicada en Eisleben, Alemania, ha traído al presente un fragmento de la historia escondido durante siglos.
Los restauradores de este emblemático templo gótico encontraron un tesoro de 816 monedas que había permanecido oculto en una cavidad dentro de la pierna de una de las figuras de arenisca de la escultura desde el siglo XVII.
El hallazgo fue reportado recientemente tras un exhaustivo análisis y los expertos coinciden en el hecho marca un capítulo trascendental en la historia cultural y económica de la región.
El tesoro fue descubierto durante las labores de restauración de una estatua de arenisca situada en el interior de la iglesia. Los trabajadores hallaron cuatro bolsas llenas de monedas, cuidadosamente escondidas dentro de una cavidad en la pierna de una de las figuras.
Este templo no es un lugar cualquiera, ya que fue el sitio donde Martín Lutero predicó y escribió las célebres “Noventa y cinco tesis” que dieron inicio a la Reforma Protestante.
El tesoro habría sido escondido alrededor de 1640, en el marco de la devastadora Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto que asoló gran parte de Europa. Eisleben, como muchas otras ciudades del Sacro Imperio Romano Germánico, sufrió intensamente el impacto de esta guerra, marcada por el saqueo, la destrucción y la pérdida masiva de vidas.
Las tropas suecas, en particular, eran conocidas por sus saqueos en las regiones ocupadas, lo que llevó a la población local a tomar medidas desesperadas para proteger sus bienes más valiosos.
Se cree que las monedas eran parte de un fondo de la iglesia destinado a cubrir pensiones y gastos médicos de los sacerdotes de la comunidad. Es probable que, frente a la amenaza de saqueo, alguien decidiera ocultar este valioso recurso para preservar la estabilidad económica de la iglesia y garantizar el sustento de sus ministros.