
En una plaza del barrio de Villa Real, en la Ciudad de Buenos Aires, una historia llena de ternura y creatividad logró capturar la atención de miles de personas en las redes sociales. Jorge, un abuelo apasionado por los colectivos, decidió hacer realidad el deseo de su nieta Candela: construirle un mini bus para que pudiera pasear con sus amigos. Lo que comenzó como un proyecto personal terminó convirtiéndose en un fenómeno viral que hoy alegra a todo un barrio.
Candela soñaba con tener su propio transporte, un vehículo en el que pudiera subirse con sus amigos y recorrer la plaza. En lugar de comprarle un juguete convencional, su abuelo decidió ir un paso más allá y construir con sus propias manos un mini colectivo modelo 125 completamente funcional.
Con paciencia, dedicación y un gran amor por su nieta, Jorge transformó su idea en una realidad que hoy disfrutan no solo Candela y sus amigos, sino también muchos otros niños del barrio.
El mini colectivo tiene capacidad para siete pasajeros y circula los fines de semana por la tarde en la Plaza Terán, un espacio verde muy concurrido en Villa Real. Cada viaje tiene un costo accesible de 700 pesos, lo que permite que más niños puedan vivir la experiencia de subirse a este original medio de transporte en miniatura. Aunque todo depende del clima, muchos vecinos ya saben que a partir de las 17 horas pueden encontrar a Jorge manejando su creación y llevando alegría a los más chicos.