Néstor Soto, acusado del femicidio de Catalina Gutiérrez el 17 de julio en Córdoba, confesó cómo fue el crimen durante el juicio oral.
El joven dijo que había tardado en prepararse para una reunión con amigos: “Estaba tensa y fría. Le dije que me iba a cambiar la ropa y me dijo 'dale culiado, encima de que no me invitás te tengo que esperar'".
"Me acuerdo que le contesté mal, me enojé y le dije 'tomatela'. Ahí ella se enojó y me dijo 'Nesti, no podés ser tan pelotudo' y me pegó una cachetada. Yo reaccioné de la peor manera, nunca respondí así".
En ese marco, dijo: "Reaccioné con un golpe y le dije 'Cati, me fui a la mierda, perdón'. Y cuando me estoy acercando ella me dice 'pelotudo, me pegaste re fuerte'. Me agarra de la remera y estábamos los dos en el piso peleando".
"Era una práctica que hacíamos antes. Ella me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. Como que, no es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción. Cuando la suelto lo primero que hago es escucharla si estaba viva y vi que no".
Según Mauro Szeta, el joven también dijo: "No tuve huevos para suicidarme". "No hay día que no me arrepienta de lo que hice. Mi vida era perfecta y ahora estoy en una cárcel. Soy un homicida, pero quiero defenderme y no soy un femicida. El arrepentimiento está desde que me detuvieron", cerró.
Cabe recordar que Catalina Gutiérrez, una joven de 21 años, que era buscada por la Policía de Córdoba fue hallada muerta el 17 de julio en un auto. El cuerpo de Catalina fue encontrado en el interior de un Renault Clio estacionado en un descampado ubicado en la calle Pedro Echagüe 3900, del barrio Ampliación Kennedy perteneciente a la capital cordobesa.
