A los 5 años quedó impactado por Billiken y Magic Kids, y sus padres lo motivaron para que hoy brille en La Plata: "Conecto"

"Me gusta conectar con las personas de una manera espiritual", dice Diego, que tiene 32 años y es un verdadero artista. Vivió varios años en Salta pero desde los 18 años regresó a La Plata
Sociedad 24/03/2025 . Hora: 11:07
A los 5 años quedó impactado por Billiken y Magic Kids, y sus padres lo motivaron para que hoy brille en La Plata: ”Conecto”
Francisco Angulo
Por Francisco Angulo
Periodista.

Diego tiene 32 años, vivió varios años en Salta pero pegó la vuelta a La Plata para estudiar y romperla como tatuador.

MLP

“Nací en La Plata pero a los 4 años volví a salta, lugar donde vivían y viven actualmente mis padres. Regresé a la gran ciudad cuando tenía 18 años por estudio y oportunidades de trabajo”, cuenta en diálogo con LAPLATA1.com.

Su relación con el arte empezó cuando tenía apenas 5 años: “Mis primeros dibujos fueron de la revista Billiken, de Dragon Ball y relacionados a canales infantiles de la época como Magic Kids”.

“Ver esas obras de arte de animación me llevó a preguntarme quiénes eran las personas que imaginaban esas cosas, cómo los dibujaban, qué los inspiraba y cómo le daban vida a esas historias”, explica Diego.

REINO DE LOS CHOCOLATES

Su mamá también fue clave para esa “conexión artística”, y su padre siempre le conseguía pintura y papeles para que pudiera avanzar en su propio camino.

“Dibujé durante mucho tiempo y alcancé un buen nivel en lo que es el realismo a lápiz. Pero también incursioné en pequeños proyectos haciendo retratos y murales. Incluso hice un curso para hacer identikits”, cuenta.

CADENA COOL

“A veces pienso en el arte como la metáfora del agua ‘siempre se abre paso hasta llegar al mar’. El arte siempre me ha guiado y me ha hecho conocer personas asombrosas, de las cuales algunas formaron parte en mi formación o perfeccionamiento artístico”, señala Diego.

La conexión con el tatuaje, sin embargo, fue un poco más reciente. Tatúa desde hace 7 años. Al principio fue un hobbie y hoy es un verdadero profesional.

“Siempre fui tratando de mejorar y respetar a la persona que me brinda su confianza, hasta que me fui enamorando de la profesión y empecé a invertir en cursos, materiales e insumos”, subraya Diego.

Hace un año que se dedica exclusivamente al tatuaje: “Para tatuar solo necesito una máquina, un poco de tinta y buena música que me inspire y me haga entrar en onda”.

“Cuando empiezo un nuevo proyecto siempre lo hago teniendo en cuenta el motivo o la historia que la persona que me elige quiere plasmar en su piel. Me gusta conectar con las personas de una manera espiritual. No es mi historia la que se ve en un tattoo. Yo solo soy un medio de expresión. Busco la esencia o aquello que lo motiva, tratando de mantener su ‘stylo’”, reflexiona.

Por otro lado, afirma: “El mundo del tatuaje me dio la posibilidad de plasmar en la piel no solo dibujos asombrosos, sino también recuerdos, ideas, pensamientos, rendirle honor a personas que son o fueron especiales o importantes en la vida de una persona”.

Y completa Diego: “Cada tatuaje por más pequeño que sea es un proyecto distinto y un desafío que trato de ejecutar dentro de mis posibilidades artísticas que he adquirido durante una vida”.

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