El economista Lucas Llach volvió a poner sobre la mesa su idea de dividir la provincia de Buenos Aires en tres entidades más manejables, e instó a todos los candidatos, sin distinción de bandos políticos, a considerar seriamente esta “oferta” para reconfigurar el mapa bonaerense.
En su planteamiento, Llach describió a la actual provincia como un “monstruo imposible de administrar” y abogó por devolver el poder a la región ubicada al sur del río Salado, al tiempo que propuso la creación de un par de distritos viables a partir del conurbano y sus extensiones. Su visión incluye legislaturas “austeras y unicamerales” para estos nuevos territorios, buscando una gestión más eficiente y cercana a las necesidades locales.
Respecto al ofrecimiento concreto: se postularía como candidato a legislador provincial por cualquier partido minoritario que adopte su idea, donaría íntegramente su salario a la escuela más carenciada de la provincia. Además, se autoimpone un límite de dos mandatos, con objetivos claros y definidos: verificar y denunciar cualquier acto de corrupción dentro de la legislatura y presentar el proyecto de ley para concretar la división territorial.
Llach incluso se comprometió a dejar su lugar al siguiente candidato en la lista una vez que estos objetivos se hayan cumplido: “No tengo problema en dejar mi lugar al siguiente de la lista cumplidos estos objetivos”, escribió en su cuenta de X.
Cabe recordar que en su texto, Llach proyectaba fragmentar en tres regiones el territorio bonaerense, que se llamarían Cien Chivilcoy, Atlántica y Tierra del Indio. Y entre las "ventajas" de la división, destacaba: “Eliminamos el engendro que pone palos en la rueda […] no tenemos un monstruo que puede sitiar a la Capital y voltear el gobierno del país con sus 70 diputados. Atlántica manda 33 diputados, Cien Chivilcoy 28 y Tierra del Indio un muy respetable 9”.
