
Este domingo, la provincia de Salta celebró elecciones provinciales en las que el oficialismo liderado por el gobernador Gustavo Sáenz logró retener el poder legislativo con una holgada ventaja en la mayoría de los distritos. Sin embargo, La Libertad Avanza dio la nota en la capital provincial, donde se impuso con más del 35% de los votos y se consolidó como una fuerza emergente.
En total, se eligieron 30 diputados y 12 senadores provinciales, además de 121 concejales y 232 convencionales municipales. Sáenz presentó candidatos bajo diferentes sellos dentro de la Alianza por la Unidad de los Salteños. Para el Senado impulsó nombres como Bernardo Biella, mientras que para Diputados utilizó listas como Unidos por Salta y Vamos Salta, con Guillermo Kripper y la massista Flavia Royón como figuras destacadas.
El resultado fue contundente: las listas oficialistas obtuvieron 11 de los 12 senadores y 20 de los 30 diputados. “Gracias a todos. La verdad que me hubiese gustado ganar los 12 senadores de los 11, estuvimos ahí, pero no todo se puede ganar”, declaró Sáenz, y añadió: “No sé cómo se leen las elecciones intermedias, pero si de 12 senadores que se elegían ganamos 11, creo que ganamos. Y si de 30 diputados, ganamos 20, creo que ganamos. Hicimos una gran elección”.
Pese a la victoria general del oficialismo, La Libertad Avanza sorprendió con un desempeño fuerte en la capital salteña, donde su candidato a senador, Roque Ramón Cornejo, ganó con el 35,04% de los votos. En Diputados, el espacio libertario alcanzó el 34,07% y logró sumar nueve bancas: seis en la capital, una en Metán, una en Orán y una en San Martín. “Ganamos en todos lados, menos en la capital”, reconoció Sáenz, aludiendo al avance opositor en el principal centro urbano.
La jornada electoral estuvo atravesada por acusaciones cruzadas. Desde La Libertad Avanza denunciaron “graves irregularidades y clientelismo” durante el proceso. En un comunicado oficial, señalaron: “Lo que debería ser una jornada democrática, transparente y legítima, se ha convertido en un escenario atravesado por la improvisación, el manejo irresponsable y una intención evidente de desalentar la participación ciudadana”. Además, aseguraron que estos hechos responden “a un patrón sistemático que apunta a entorpecer el ejercicio pleno del derecho al voto y dinamitar los principios fundamentales de cualquier república democrática”.