
Los médicos del Hospital Garrahan protagonizaron un hito sin precedentes en el sistema de salud pública: lograron intervenir quirúrgicamente a una bebé que presentaba una malformación congénita mientras permanecía en el útero de su madre.
Según indicaron, la nena se encuentra estable y se convirtió en la primera en haber sido sometida a una práctica fetal intrauterina en un hospital pediátrico nacional.
El diagnóstico prenatal era de mielomeningocele, una severa malformación de la columna vertebral que puede producir discapacidades motrices y neurológicas. La intervención tuvo por objetivo prevenir a estas consecuencias. Unos 25 profesionales argentinos fueron partícipes de la misma junto a un equipo de Curitiba, Brasil, con experiencia en más de 150 procedimientos similares.
La intervención consistió en extraer el útero del cuerpo de la madre para trabajar con una mayor precisión en la reparación de la lesión espinal del feto. El trabajo duró casi cuatro horas y volvieron a cerrar el órgano.
"Haber podido realizar tanto la cirugía fetal como la cesárea en el mismo hospital donde se atenderá la bebé es un enorme paso en la atención integral y humanizada de estos casos complejos", destacó la jefa de Neonatología y responsable de la cirujía.
Por su parte, uno de los cirujanos aseguró que "el Hospital Garrahan ha alcanzado un logro trascendental en la historia de la medicina pediátrica argentina".
La bebé, que ya salió de la panza de su progenitora, aún permanece en neonatología y, según informaron, evoluciona positivamente. Ahora, le realizarán controles neurológicos, ortopédicos y urológicos.