La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados y, en el ámbito de la salud, empieza a dar señales de un futuro que hasta hace poco parecía ciencia ficción. Microsoft, la compañía fundada por Bill Gates, acaba de presentar un modelo de IA médica que promete transformar la forma en que se diagnostican enfermedades, con un nivel de precisión que ya compite con los profesionales humanos.
Se trata de Med-Gemini, un sistema entrenado exclusivamente en contenidos médicos y diseñado para imitar el razonamiento clínico de un médico real: desde la recolección de datos hasta la formulación de hipótesis y la toma de decisiones diagnósticas. Lo sorprendente es que, al ser evaluado con el exigente examen estadounidense MedQA, Med-Gemini logró más del 90% de aciertos, superando tanto a modelos anteriores como al promedio de médicos humanos.
Según Gates, esta tecnología no busca reemplazar a los profesionales de la salud, sino convertirse en una especie de “copiloto digital”, que los acompañe y potencie. El propio magnate ha señalado que esta revolución puede democratizar el acceso a la salud, sobre todo en regiones con poca infraestructura médica, como zonas rurales o países en vías de desarrollo.
Además del diagnóstico, la IA también se perfila como un aliado clave en la automatización de tareas administrativas, la elaboración de informes clínicos y la interpretación de grandes volúmenes de datos médicos en cuestión de segundos. Esto permitiría a los médicos enfocarse en lo más importante: atender y conectar con los pacientes.
Desde Microsoft remarcan que el objetivo es reducir el margen de error humano y ofrecer una “segunda opinión” instantánea y basada en miles de fuentes de información. A la ISmedida que esta tecnología avance, el debate sobre sus usos, alcances y regulaciones será inevitable. Pero para Gates, el camino es claro: la IA no reemplazará al médico, pero sí puede hacer que la medicina sea más precisa, accesible y eficiente para todos.
