A todos nos gusta tomarnos un momento de relax después de almorzar o bien, cuando tenemos un momento para descansar de las actividades diarias.
Según un estudio desarrollado por un grupo de investigadores del Colegio Estadounidense de Cardiología, las personas que tomaban una siesta en mitad del día tenían más probabilidades de experimentar un descenso considerable en su presión sanguínea.
Además, el autor del estudio, Manolis Kallistratos, cardiólogo del hospital Asklipieio en Voula, Grecia explicó que gracias a este estudio, tomar una siesta durante el día se asoció con una reducción de 5 mm Hg en la presión arterial, lo mismo que ocurre cuando reducimos la cantidad de sal y la ingesta de alcohol.
Para llevar a cabo este análisis, los investigadores ajustaron los resultados a aquellos factores que se sabe que ejercen influencia en la presión arterial, como edad, sexo, estilo de vida y medicación. Y además, hallaron una relación directa entre el tiempo de la siesta y la disminución en la presión sanguínea. Por cada hora de siesta, la presión disminuía 3 mm Hg.




