Los odontólogos aconsejan cepillarse los dientes varias veces al día: al levantarse, luego de cada comida y antes de ir a dormir.
Pero a veces nos olvidamos de mantener a salvo nuestra salud bucal y eso complica a nuestro organismo de muchas formas.
¿Sabés lo que sucede si no te cepillás los dientes?
1. Gracias al cepillado de dientes conseguimos retirar de nuestros dientes las bacterias que tienden a acumularse sobre la superficie de los mismos. Estas bacterias producen una substancia pegajosa con la que se adhieren a nuestros dientes evitando que la saliva o los alimentos puedan arrastrarlas.
La única manera de retirarlas es lavándonos los dientes, si no lo hacemos las bacterias se acumularán. Los lugares en los que tienden a acumularse con mayor facilidad suelen ser los espacios interdentales, los recovecos de los dientes o los rebordes de las encías. Por eso es tan importante que nos cepillemos bien y utilicemos hilo dental.
2. Estas bacterias que se adhieren a nuestros dientes no acostumbran a permanecer ociosas, sino que producen sustancias corrosivas para los dientes, atacando el esmalte y produciendo a la larga las temidas caries dentales y provocando halitosis, sensibilidad dental o incluso dolor.
Si al detectar estos síntomas no actuamos de inmediato y acudimos a la clínica dental el problema puede agravarse y, lo que podría haberse solucionado con un empaste, puede requerir una endodoncia.
3. Si permitimos que las bacterias se acumulen, la placa dental tenderá a calcificarse y formar lo que se conoce como sarro, que no es más que placa dental solidificada. Esta placa dental ya no puede ser sustraída solamente con un cepillo de dientes, sino que se hace necesario contar con los servicios de un higienista dental que pueda retirarla de forma mecánica.
Además, las consecuencias de no lavarnos los dientes pueden ser muchas: caries, mal aliento, sensibilidad dental, dolor, inflamación de las encías, sangrado y pérdida de dientes.