Los fines de semana, en general, intentamos aprovechar al máximo nuestro tiempo libre. Y son muchos quienes eligen "trasnochar" sin ponerse horarios.
Lo que sucede es que dormir menos de seis horas al día durante una semana produce cambios en más de 700 genes. Y además, algunos estudios demuestran que no es tan bueno como pensamos quedarnos despiertos durante la noche.
De acuerdo a una investigación publicada en The Huffington Post, "trasnochar" perjudica a nuestro organismo de las siguientes formas:
1. Hambre en exceso y ansiedad: La falta de sueño se relaciona con la tendencia a comer en cantidades más grandes con un número mayor de calorías y carbohidratos. Igualmente, usted sería más propenso a elegir alimentos 'chatarra', aun cuando no tiene hambre.
2. Mayor riesgo de tener un accidente de tránsito: Según la Fundación Nacional del Sueño en Estados Unidos, dormir menos de seis horas triplica la probabilidad de tener un accidente por conducir con sueño debido a los efectos en la coordinación ocular.
3. Menos atractivo físico: Quienes se han dedicado a estudiar las consecuencias de trasnochar coinciden en que la gente con aspecto cansado es considerada menos accesible. Con el tiempo este efecto empeora, pues la piel envejece.
4. Más probabilidad de resfriarnos: Un descanso propicia un sistema inmunitario fuerte.
5. Pérdida del tejido cerebral: Los niveles de la sangre de dos moléculas cerebral aumentan, generalmente por un daño cerebral.
6. Más emociones: Un estudio de 2007 de la Universidad de California y la Escuela Médica de Harvard usó resonancias magnéticas para demostrar que no dormir correctamente hace que las regiones emocionales del cerebro estén más activas en un 60%, esto ocasionaría reacciones más descontroladas e inadecuadas.
7. Menor concentración: más problemas de memoria: Estar cansado afecta la capacidad de concentración y, en cambio, lo pueden volver más olvidadizo. Esto puede dificultar el aprendizaje y la retención de conceptos. Luego de un tiempo.
8. Aumenta el riesgo de derrame cerebral: La investigación de 2012 de Sleep afirma que el riesgo de derrame cerebral aumenta para los adultos y los ancianos.
9. Más probabilidades de obesidad: Hormonas como la grelina y la leptina que regulan el apetito cambian sus niveles considerablemente.
