En 1982, la noticia de la lucha por las Malvinas se la reconoció como algo positivo, en el marco de una dictadura que azotó a miles de argentinos y argentinas. Fue allí que algunos jóvenes conocieron el miedo y la soledad por estar lejos de los suyos.
Tahiana Marrone combatió con 18 años en las Islas Malvinas y fue, en su momento, un joven soldado del Batallón de Ingenieros N° 9 con sede en Sarmiento (Chubut), parte de toda una generación de chicos que apenas sabían utilizar un arma, pero que fueron enviados para luchar por el país.
En aquel entonces, su nombre no era Tahiana, pero hoy con 55 años puede reconocerse como lo que realmente es: una mujer. En diálogo con la Agencia Paco Urondo, comentó su experiencia a 39 años de uno de los peores momentos que pasamos como país.
En este sentido, la mujer recordó lo que fue haber formado parte de aquella guerra. "Mi experiencia en la guerra fue tediosa, brava, como les pasó a todos", aunque dice que su adaptación fue "normal. Ya venía de muchos años fingiendo algo que no era, tratando de ser el hijo varón que no era, todo me costaba el doble en la época de la conscripción del servicio militar, pero me esforcé hasta el punto de igualar a los demás compañeros".
Además, contó que aprendió a "respetar la vida en todos sus órdenes" y reconoció que "hoy soy Tahiana gracias a que estuve en la guerra y me enseñó y dio fuerzas para decir yo quiero, yo puedo, yo soy. Y al que le gusta bien y al que no que mire para otro lado".
"Sobre la guerra pienso que perdimos la primera batalla, digo eso porque no nos rendimos, yo no me rendí, yo no soy ex combatiente, soy combatiente en y por Malvinas; entregamos las armas solamente, tuvimos que entregar las armas, creo que nadie de los que estuvimos allá nos rendimos", remarcó.
En cuanto a su vida y su historia, Tahiana habla con orgullo. "Me siento contenta y plena porque crecí un montón en estos cinco últimos años, además de sentirme otra persona, con más bríos y ganas luchar, hacer escuela, de ayudar", pese a que esto le haya valido alejarse de sus afectos.
Según contó, estaba en pareja con una mujer con quien tuvo dos hijos mellizos, pero en algún punto se dio cuenta que eso no era la vida que quería, y comenzó a ser ella misma. Además perdió a sus hermanos, hermanas, y demás familiares. "Muchos me escriben pero sé que no es sincero, porque en alguna que otra oportunidad fui a visitarlos y me han puesto excusas para no atenderme. El precio fue alto en relación a los afectos", contó.
Pese a eso, y a su dolor, Tahiana supo salir adelante. Logró rodearse de nuevas personas que la aceptan tal cual es, y no tiene que esconderse. "Puedo ser quien soy, hacer lo que me gusta sin miedo ni vergüenza, sin tener prejuicios, porque gracias a dios me considero una persona que aprendió a contar cuántas veces una se levanta y no cuántas se cae", dijo.
Por último, contó a qué se dedica hoy en día: "Hago charlas sobre Malvinas, otras sobre Tahiana, sobre perspectiva de género y diversidad. Todo esto lo voy aplicando y lo voy dando a conocer porque hay muchos derechos por los cuales trabaja el colectivo del LGBTIQ que no se cumplen. Yo lucho por una sociedad más inclusiva y equitativa".
