A pesar de la falsa sensación de que al estar vacunado ya uno está completamente inmunizado contra el COVID-19, los especialistas y desarrolladores de vacunas advierten que las vacunas no previenen en un 100% la posibilidad de infectarse. Lo que sí hacen es prevenir que la enfermedad se desarrolle en forma grave y la persona termine con asistencia respiratoria mecánica y muchas complicaciones.
La vacunación, al igual que el contagio, inmuniza hasta cierto grado a la persona afectada, que, generalmente, no sufrirá síntomas o estos serán leves en futuras reinfecciones. Pero eso no significa que el virus desaparezca. Incluso puede volver a contagiar.
La clave está en la actividad del sistema inmunitario y en la capacidad de proliferación del virus en estas personas. Un sistema inmunitario entrenado elimina el virus antes de que éste pueda causar graves daños en el organismo.
Según el doctor Bill Moss, pediatra y profesor de epidemiología de enfermedades infecciosas en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg en Baltimore, “habrá algunas personas que no estarán protegidas, ni siquiera con dos dosis de la vacuna, pero deberían tener una enfermedad más leve”, explicó Moss. “Las vacunas son realmente muy protectoras contra la enfermedad grave, por lo que incluso aquellos que contraen COVID-19 después de dos dosis de la vacuna tienen muchas más probabilidades de tener una enfermedad leve”.
Moss señaló que en este momento, con altas tasas de transmisión y miles de casos de COVID-19 diagnosticados diariamente, la cantidad de virus que circula en el mundo alta, especialmente porque es bastante temprano en el proceso de vacunación. “Una vez que la transmisión comunitaria comience a disminuir, veremos menos casos en general y, como resultado, menos brotes”, sostuvo.
“Puede ocurrir después de la primera dosis o después de la segunda”. De esta manera, se vuelve fundamental el cuidado post vacuna con distancia social y mascarilla”, analizó el médico infectólogo Roberto Debbag.
“La vacuna protege contra las formas graves de la enfermedad. No evita al 100% el contagio. Por eso decimos que la vacuna es un elemento más de la protección contra el virus y debemos seguir cuidándonos”, manifestó consultado por este medio el infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología.
Para Moss, una vez que la población se haya vacunado por completo, lo que significa que ha recibido ambas dosis de la vacuna y esperado dos semanas después de la segunda dosis, debe tomar las mismas precauciones, como el uso de barbijo y distanciamiento social en público. “No hay nada diferente que la gente debería estar haciendo ahora que nos empezamos a vacunar”, dijo el especialista.
Según los CDC de Estados Unidos, si una persona que se encuentra totalmente vacunada comienza a experimentar síntomas asociados al COVID-19 debe aislarse durante diez días y hay que realizar un rastreo de contactos estrechos.
Si el PCR da positivo, hay que informar al proveedor de atención médica y en el caso de tener que salir del hogar para ir al médico, se debe hacer llevando mascarilla y con distanciamiento social.