Los ocho jóvenes rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell en enero de 2020 comenzaron a ser juzgados a partir de este lunes, en el marco de un proceso judicial que tendrá en medio del desarrollo un nuevo aniversario del brutal asesinato. El juicio continúa este martes, donde declararon los amigos de la víctima.
Juan Bautista Besuzzo, amigo de Fernando, indicó que Enzo Comelli atacó a la víctima por la espalda y Máximo Thomsen le dio patadas en la cabeza.
En la segunda jornada del debate, Besuzzo, quien también fue agredido aquella fatídica noche del 18 de enero de 2020, declaró en las afueras del boliche Le Brique uno de los agresores “lo sentó a Fer con un golpe”.
Y agregó que Fernando Báez Sosa se rindió de rodillas, con la mirada hacia arriba, mientras uno de los agresores le propinaba repetidas patadas en la cabeza.
En este contexto, el joven reconoció que tras ser atacado, se alejó y le pidió ayuda a los patovicas y que no le respondieron. Ante la indiferencia, volvió a cruzar para ver cómo estaba su amigo, y detalló: “Yo lo acariciaba y le decía: ‘Tranquilo amigo, vas a estar bien’. No respondía, estaba totalmente inconsciente, pero bueno, yo, en mi cabeza, añoraba la posibilidad de que estuviera escuchándome”.
Luego de ese duro testimonio, Juan Bautista Besuzzo identificó a Enzo Comelli como quien inició la golpiza, atacando a Báez Sosa por la espalda y a Máximo Thomsen como que le dio las tres patadas en la cabeza.
En el medio de su relato, el joven le respondió al abogado defensor Hugo Tomelli y aseguró que la pelea en el boliche duró “20 o 30 segundos”, y se mostró taxativo: “Lo de afuera no fue una pelea, fue una emboscada”.
