Un suceso fue calificado como un milagro en las últimos días. Un pescador de 43 años logró sobrevivir dos días en alta mar aferrado a una boya de señalización para mantenerse a flote. Tras iniciar la búsqueda, lo hallaron con vida y se encontraba deshidratado.
El protagonista de este increíble hecho es Deivid Soares. Este pescador brasilero zarpó a pescar solo el pasado 25 de diciembre desde la playa Atafona, en el norte del estado de Río de Janeiro, pero nunca regresó.
MILAGRE: Um pescador foi encontrado à deriva pendurado em uma boia de sinalização no mar em São João da Barra, no Norte Rio de Janeiro. Deivid Soares, de 43 anos, ficou desparecido por dois dias e foi encontrado por um amigo, que também é pescador @sbtrio pic.twitter.com/w330pEyQ6t
— Diego Sangermano (@disangermano) December 27, 2022
Sus familiares y otros compañeros pescadores notaron la ausencia de Soares y comenzaron a buscarlo. Tras una rápida búsqueda que duró dos días por la zona encontraron su bote vacío y después hallaron al hombre aferrado a una boya en alta mar.
Según explicaron los medios locales, el pescador se habría caído de su bote y no pudo volver a subirse a la embarcación. En ese momento, el hombre pensó que iba a morir debido a las bajas temperaturas. “Para mí, los primeros diez minutos fueron los más difíciles, porque quería llegar a toda costa a la embarcación”, confesó Soares.
Al darse cuenta que no podría volver a subirse nuevamente al bote debido "al peso del agua", y para evitar hundirse, decidió quitarse la ropa mojada y nadó por cuatro horas hasta encontrar una boya de señalización situada a 8 kilómetros de distancia.
Una vez arriba de la boya, el pescador náufrago se aferró con todas sus fuerzas y se quedó en ella hasta que fue encontrado por sus colegas tras permanecer dos días desaparecido. “Creí que me moriría de frío antes de que llegara ayuda”, reveló.