Eunice tiene 33 años, es de La Plata y junto a su pareja debieron afrontar un momento bastante complicado en la pandemia. Tienen 5 hijos y Víctor, su pareja, se había quedado sin trabajo.
En diálogo con LAPLATA1.com, cuenta cómo fue el difícil momento y el lindo regalo sorpresivo que le hizo Víctor a modo de “reconocimiento”.
“Mi marido se había quedado sin trabajo por la pandemia. Por el tema de las restricciones no podía salir a buscar empleo. Él se dedica a las colocaciones de alambrados y cercos premoldeados”, recuerda.
“Entonces empezamos a rebuscarnos como podíamos ya que al tener 5 chicos chiquitos hoy en día es difícil y más en tiempo de pandemia. Arranqué primero a vender panqueques y bizcochuelos para el mate; yo preparaba y mi marido ofrecía a familiares, a los vecinos y amigos”, sostiene Eunice.
“La verdad que gracias a esas primeras ventas nos pudimos mantener ya que cada día eran más los pedidos y seguí aprendiendo a hacer rosquitas y más cositas”, dice. No quiso estancarse y se pasó muchas horas viendo tutoriales de Youtube y ensayando nuevas recetas para sorprender.
No podía pagarse un curso de Pastelería, pero poco a poco fue puliendo su talento. Hubo un momento en que pensó dejar todo. Algunos familiares y vecinos ya no apoyaban tanto y entró en la duda. Finalmente siguió.
Su marido, afortunadamente, volvió a trabajar y le hizo un regalo que la impulsó. Le dio una batidora. A Eunice la tomó por sorpresa. Y entendió el mensaje: debía continuar.
“Fue para apoyarme y animarme a que siga creciendo porque en los momentos en que él no pudo trabajar, yo fui el sostén para el hogar”, completa esta luchadora platense que sueña, ahora, con tener su propio local.