Se hizo viral la historia de Agostina López, que tenía 20 años cuando la idea de ser monja la invadió por completo. Sin embargo, en el medio sucedió algo inesperado: "Dios tenía otros planes para mí".
Al terminar el colegio, la joven fue a un monasterio en España para vivir la experiencia. Allí se sorprendió: "Yo no era tan religiosa y volví con ganas de vivir todo allá. Era muy perfecto".
Deseosa, planteó quedarse ahí en ese mismo viaje, pero le recomendaron que vuelva a su casa y piense bien su decisión. Al llegar a Buenos Aires, la sorprendió la pandemia.
En el contexto de encierro, comenzó a rezar rosarios por zoom. Un día se olvidó un micrófono prendido y todos escucharon una conversación con su mamá. Planeaban comer pizza y todos escucharon su charla. Al rato le llegó un mensaje: "Me gustó mucho tu participación en el rosario de hoy. Suerte con la pizza".
Ezequiel, el filósofo y catequista pero también romántico empedernido, la empezó a seguir por redes y le pidió el número de Whatsapp. Agostina, convencida de ser monja, quería evitar a toda costa el "chamuyo".
@vestigia.babystore Storytimmeeee Ig @vestigia.babystore #fyp #storytime #maternidad #mamajoven ? sonido original - SONIDOS LARGOS
Pronto salieron a caminar juntos e ir a misa todos los días, hasta que él hizo un chiste y ella supo sus intenciones. Para Agostina era una amistad, y esa situación significaba el fin: "Me daba cuenta que me tiroteaba pero le dejaba muy en claro que estaba en discernimiento".
Pero Ezequiel nunca se rindió. Un día le señaló el altar y le dijo "Imaginate cuando estemos ahí". Pronto tuvieron la primera cita y ella se enamoró: "En él encontré todo lo que había encontrado en España y más".
Hoy ella tiene 24 años, Ezequiel 27 y decidieron construir una vida juntos. Se casaron y tuvieron una hija: Fátima. Agostina tiene un emprendimiento de ropa de bebés y ambos trabajan pero nunca dejaron la fe de lado. Siempre que pueden rezan y van a misa los domingos.