La higiene personal, especialmente el lavado de manos, es un hábito fundamental para prevenir una serie de enfermedades. No lavarse las manos antes de comer puede aumentar significativamente el riesgo de contraer infecciones por bacterias, virus y otros organismos patógenos.
Este sencillo, pero necesario proceso, es un potente escudo contra múltiples enfermedades, según lo indicó la Organización Panamericana de la Salud. Cumplir con este acto antes de consumir alimentos puede prevenir complicaciones de salud significativas y salvar millones de vidas cada año, especialmente en entornos de atención sanitaria donde el riesgo de transmisión de infecciones es elevado.
A pesar de sus claros beneficios para la salud pública, la OPS reconoce que todavía hay una significativa porción de la población mundial que no tiene acceso a instalaciones adecuadas de lavado de manos, por lo que es indispensable que los gobiernos se encarguen de impulsar políticas públicas que garanticen el acceso universal a servicios de higiene básica como un derecho fundamental para todas las personas.
A continuación, se detalla una lista de enfermedades que pueden producirse por la falta de higiene:
• Gastroenteritis: esta enfermedad puede ser ocasionada por agentes como Escherichia coli, Salmonella y Norovirus. El no lavarse las manos facilita la transferencia de estos patógenos a los alimentos y, consecuentemente, al sistema digestivo, provocando síntomas como vómitos, diarrea y dolor abdominal.
• Hepatitis A: afecta el hígado y se transmite principalmente cuando una persona ingiere alimentos o agua contaminada por heces o fluidos de una persona infectada, algo que puede suceder fácilmente si las manos no están debidamente lavadas.
• Infecciones por parásitos: el no lavarse las manos puede aumentar el riesgo de contraer infecciones como la giardiasis y la amebiasis. Estos se encuentran comúnmente en alimentos y agua contaminados y su ingestión puede ocasionar síntomas gastrointestinales graves.
Infecciones respiratorias: el acto de no lavar las manos y luego llevarlas a la nariz o la boca puede facilitar la transmisión de virus respiratorios, como el virus de la gripe, el resfriado común y el SARS-CoV-2, causante del COVID-19.
• Enfermedades cutáneas: la falta de higiene en las manos puede provocar enfermedades de la piel como impétigo, una infección bacteriana superficial contagiosa y que se presenta en gran medida en los niños, o incluso facilitar la transmisión de hongos como los que causan la tiña.




