
En un mundo donde los viajes ya no son solo postales felices, sino también escenarios de desafíos emocionales, los seguros de viaje comienzan a adaptarse a una necesidad ineludible: la salud mental. En los últimos meses, creció significativamente la cantidad de pólizas que incorporan cobertura para afecciones psicológicas, como ataques de pánico, cuadros de ansiedad o episodios depresivos durante la estadía fuera del país.

Lejos de ser un lujo, este tipo de asistencia se convierte en una herramienta clave para afrontar situaciones inesperadas en destinos desconocidos. "Cada vez más personas viajan con exigencias laborales, cargas familiares o simplemente con estrés acumulado. Tener un respaldo emocional en el exterior es parte del nuevo cuidado del viajero", explicaron desde una de las aseguradoras que ya ofrece consultas virtuales con psicólogos desde cualquier parte del mundo.
Las nuevas coberturas incluyen desde orientación telefónica hasta sesiones de telemedicina con profesionales especializados. Algunas incluso contemplan gastos en tratamientos de urgencia o traslados en casos graves. La tendencia, que comenzó tímidamente tras la pandemia, hoy se consolida como parte de una mirada integral del bienestar durante el viaje.
"Viajar siempre fue una promesa de escape y descubrimiento. Pero para muchas personas, también puede ser un disparador de angustias. Por eso es fundamental que las aseguradoras contemplen no solo el cuerpo, sino también la mente", señalaron desde el ámbito de la salud mental.
Así, la maleta emocional también encuentra su lugar en las pólizas. Porque en tiempos donde lo emocional ocupa un lugar central, viajar seguro también implica estar cuidado por dentro.