
Bailar no solo libera endorfinas y fortalece el cuerpo: también puede proteger la salud mental y cognitiva. Así lo demuestra un nuevo metaanálisis liderado por Alicia Fong Yan, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Sídney, que analizó 27 estudios con más de 1.300 participantes. Según los resultados, bailar durante al menos seis semanas genera mejoras significativas en la motivación, la memoria y los síntomas de ansiedad o depresión.
“El disfrute de la actividad es crucial para el compromiso sostenido y la obtención de beneficios psicológicos”, afirma Fong Yan, quien también destaca que las tasas de abandono fueron menores entre quienes elegían bailar frente a quienes realizaban otros ejercicios físicos.
Desde España, la neurocientífica Ana Belén López-Rodríguez, que también es bailaora de flamenco, celebra los hallazgos: “El baile libera moléculas como el BDNF, que favorecen nuevas conexiones neuronales y una mayor reserva cognitiva”. Según explica, bailar requiere coordinación, memoria, conciencia corporal y orientación espacial, lo que estimula múltiples áreas del cerebro a la vez.
Además de mejorar la función cognitiva, el baile ayuda a reducir el estrés y los pensamientos rumiantes, y promueve la socialización y la empatía, señala López-Rodríguez. Para ella, incluso podría ser recetado en consultorios como complemento en tratamientos para la ansiedad o la depresión.
El informe también sugiere que explorar diferentes tipos de danza y géneros musicales podría ayudar a personalizar terapias futuras. Bailar, concluyen las expertas, es una herramienta poderosa, placentera y accesible para cuidar el cuerpo y la mente.