Trabajó 25 años como vidriero en La Plata, entendió que "su esfuerzo era al pedo" y ahora está enamorado de los salamines
Leonel la rompe desde Olmos con los salamines y bondiolas, aunque reconoce que el platense es un poco "básico". Todavía se lamenta por haber dedicado tanto tiempo a un empleo fijo



