Madre e hijo lideran un emprendimiento de productos libres de gluten en La Plata. Arrancaron el 5 de mayo del 2020, en plena pandemia, y el proyecto tiene una historia muy particular.
Facundo Mármona, uno de los creadores de esta criatura, es Profesional Gastronómico y trabajó durante varios años en Europa.
Primero lo hizo en Tenerife, luego regresó a La Plata, pero en el 2016 retornó al Viejo Continente: las Islas Canarias. Pero extrañaba a su familia: en el 2017 pegó el regreso definitivo y se desempeñó en importantes restaurantes de nuestra ciudad.
Su mamá, Griselda, es la madre de la “criatura”. En diálogo con LAPLATA1.com, explica algo que sorprende: llega a la gastronomía luego de ser profesora de distintas materias en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP. Dedicó 30 años de su vida a la economía y dio un giro impensado. Junto a su hijo en la cocina.
“La vida va cambiando”, dice Griselda. Y recuerda que se embarcaron en esta aventura cuando descubrieron que ambos tenían intolerancia al gluten. Hace cuatro años nació la idea del proyecto. Probaron muchas recetas. La base de todo está en Los Hornos. Allí surge la magia.
“Detrás de este emprendimiento hay mucho estudio, dedicación y esfuerzo. Queremos demostrar que comer sin gluten puede ser riquísimo y accesible. Buscamos un menú delicioso, de alta calidad, sano y natural, empleando ingredientes certificados de primera línea, sin conservantes de ningún tipo”, agrega.
Con la llegada de las fiestas apuestan al pan dulce y también es furor la rosca de Pascua y Reyes.
Griselda muestra con orgullo una foto de su hijo con un gran pescado. Es la imagen que ilustra la nota: “Esa foto es dentro de una de las cámaras de refrigeración del Hotel Villa Cortés en Canarias. Es un atún fresco de 40 kg, que se iba a usar para armar un banquete”.
“En realidad es un atún pequeño, ya que los atunes con los que trabajaban normalmente pesaban entre 280 a 320 kg”, agrega.
Por último, Griselda cuenta cómo es trabajar con su pequeño: “Es algo único. Compartimos experiencias de trabajos anteriores, probamos recetas y aprendemos el uno del otro. Somos dos personas muy apasionadas por su trabajo. Muchas veces discutimos trabajando y creando nuevos productos, pero eso es parte del trabajo cotidiano y hace que cada día nos relacionemos más y mejor. Nos reímos mucho y eso me encanta. Luego de casi 2 años, estoy segura de que nada haría que cambie este trabajo”.