Utilizo este diario digital y mi programa de radio, El Show del Desayuno que se emite por la radio CADENA COOL, para hacer un pedido de disculpas público al Juez de Familia de la ciudad de La Plata, Hugo Rondina. Tiempo atrás, en mi ciclo radial, he tenido expresiones muy desafortunadas al momento de emitir opinión sobre su trabajo en una causa.
A comienzos de este año me dejé llevar por mis sentimientos, muy dañados por un proceso que vivo en el fuero de Familia de esta ciudad. Es importante aclarar, que jamás mi situación tuvo que ver con su juzgado.
A raíz de tomar conocimiento sobre una causa que este magistrado llevaba adelante, donde se había resuelto -de manera provisoria- un impedimento de contacto a raíz de una (falsa) denuncia hacia uno de los progenitores con respecto a su hijo, decidí opinar pero de manera apresurada y errada, antes de esperar el resultado de la misma. Esto hubiera derivado en una opinión más formada. En ese momento, hice lo que un comunicador no debe hacer: llevarse por sus emociones. Debo reconocer que al aire le dije cosas muy feas, que este buen hombre no merecía y seguramente le pudieron haber afectado su honor. No me refiero sólo a las formas -totalmente desubicadas- sino porque opiné sin esperar los resultados de su accionar.
Días posteriores a mis dichos, me entero que el juez, Hugo Rondina, a quién yo prejuzgué en mi programa, había resuelto no sólo en tiempo y forma, sino de la manera más saludable el conflicto. La causa que había entre ambos progenitores, sin dudas afectaba al hijo que tienen en común porque había perdido el contacto con uno de ellos.
Lo que yo hice al aire ese día en mi programa radial tenía una razón y, como anteriormente comenté, nada tiene que ver con este magistrado. Hace más de un año no tengo contacto con mi hija, al igual que mis padres, en el marco de una causa muy compleja y delicada. En el momento que sucedieron mis repudiables dichos a este respetado magistrado, yo estaba "fisurado emocionalmente". Por esos días pasaba por la peor etapa y tener un micrófono a diario, era muy riesgoso. Incluso hoy mismo me cuesta mucho hablar de estos temas al aire porque puedo perder subjetividad. Por este motivo decidí hace un tiempo evitar referirme a noticias que refieran a estas problemáticas, hasta que yo pueda ser un poco más responsable con mi trabajo de comunicador, dado la situación que aún estoy viviendo.
Finalmente puedo afirmar que quien hizo mal su trabajo no fue Hugo Rondina. Quien no cumplió con su deber fui yo, Agustín Raimondo.
Por este motivo, reitero mis más sinceras disculpas Su Señoría, las merece con todas las letras.
