Cuando todavía restan algunos detalles por resolver, continúa la investigación por la muerte de la nutricionista platense Florencia Yturrioz, quien falleció luego de asistir a una fiesta electrónica en la ciudad balnearia de Mar del Plata.
Con el informe y los resultados de la autopsia, se intentará determinar quién le suministró la sustancia que hallaron en los análisis, como así también si la ingirió por propia voluntad o no.
En este sentido, los detectives abocados al caso sostienen la hipótesis de que el consumo fue motu propio, despejando tal vez las sospechas de la familia de la víctima, quienes sostenían que alguien podría haberle puesto la droga en el vaso. En este sentido, se evalúa la responsabilidad que le cabría a la persona que le haya provisto dicho estupefaciente.
Por el momento, la causa que tramita la Fiscalía n° 4 no modificó la carátula y sigue siendo “averiguación de causales de muerte”. Todavía no está claro si la chica de 26 años sufrió una sobredosis, como tampoco se puede determinar si en el lapso en el que salió del boliche y regresó al departamento, ya descompensada, siguió tomando algún tipo de sustancia.
Según informó el diario Hoy, con respecto a esto, un testigo clave en la pesquisa aportó un testimonio que refleja las últimas horas de Florencia. Según detalló en su declaración, la nutricionista se fue del inmueble en el que se alojaba con sus amigas y le preguntó a un grupo de jóvenes si conocía algún “after”, pero como no sabían, la invitaron a tomar unos mates en la playa. Asimismo, agregó que estuvieron toda la mañana en un balneario céntrico junto a otras personas y que en ese tiempo no la vio consumir nada.
Siguen las dudas
Por lo pronto, con el avance de las tareas investigativas, uno de los puntos más importantes del expediente es que descartan que la droga que le provocó el fallecimiento haya sido adulterada. Si bien están aguardando que se completen las pericias, por el momento esa hipótesis no cobró fuerza debido a que no se reportaron otros casos con características similares en la zona.
En este mismo sentido, los pesquisas sostienen que, con los datos recabados hasta ahora, el consumo habría sido voluntario, por lo que están abocados a localizar a quien le facilitó la sustancia. Cabe recordar que, según consta en la historia clínica, Florencia tenía anfetamina y metanfetamina en sangre, compatibles con el consumo de éxtasis, en su ingreso al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) local.
Cuando sus amigas notaron que la joven estaba convulsionando, llamaron rápidamente a una ambulancia y los médicos la trasladaron de urgencia hasta el nosocomio. Rápidamente le colocaron la asistencia mecánica, hasta que finalmente murió alrededor de las 16:40 a raíz de una intoxicación que la condujo a una insuficiencia respiratoria.
De esta forma, en la investigación hay tres frentes que los detectives buscan cerrar cuanto antes para esclarecer el hecho. Por un lado, si la nutricionista platense ingirió la sustancia por su propia voluntad, si la droga que tomó estaba adulterada y, por último, identificar a la persona que pudo habérsela entregado.