El gremio de los árbitros está un nivel de altísima exposición y vive tal vez su momento más crítico, con todos los cuestionamientos que cada semana reciben los colegiados. Todo se potenció desde aquel ascenso meteórico de Barracas Central y el consecuente desembarco de distintos jueces a la Primera división. Pero a su vez, en el ascenso, donde el impacto mediático es menor, cada día que pasa hay más equipos que son severamente perjudicados y eso provocó que esta vez, este domingo, explotara un futbolista surgido del "Pincha".
Nicolás Bazzana fue quien estalló tras el enésimo fallo del siempre reprochable Lucas Comesaña, que sancionó un penal muy cuestionable para la victoria 1-0 de Deportivo Madryn en el clásico ante Guillermo Brown. "La impotencia es total. De chicos nos enseñan a bancarse la que venga, a agachar la cabeza y seguir, pero cuando se cruzan todo el tiempo los límites creo que es momento de pegar el grito. Lo más triste es que todos sabíamos que iba a pasar y tratamos de agotar absolutamente todas las variables para que no ocurra, pero la alevosía pudo más y cumplieron con su recado", se descargó en ese sentido el zaguero, en un durísimo comunicado que compartió en redes.
“Cuando el poder está en el medio, no hay rebeldía ni revelación que valga. Somos hormigas insignificantes que luchan contra una fuerza que es inquebrantable.
— Primera Nacional (@Primeranaciona) May 12, 2024
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El marcador central, que alcanzó a jugar algunos partidos en la Primera del "Pincha", se mostró visiblemente enojado no solo por la jugada en cuestión, sino también por el arbitraje en general, dado que Comeseña omitió un penal para su equipo y en general "inclinó" la cancha para el "Aurinegro". Para colmo, el conjunto ganador justo acababa de cumplir 100 años y había recibido recientemente la visita de Claudio Tapia para dicho aniversario. "Nada que reprochar al equipo que dejó el alma en la cancha, lo poco que le dejaron. Y ni hablar de la gente que hizo una fiesta, que acompañó y se indignó de la misma manera que nosotros. Están matando al fútbol", continuó.
"Somos la segunda división campeona del mundo pero no se ponen ni colorados, el descaro es total. Lamento de corazón que arruinen un espectáculo de esta naturaleza y que empañen lo más lindo que tiene el fútbol que es nuestro folklore. Cuando el poder está en el medio, no hay rebeldía ni revelación que valga, somos hormigas insignificantes que luchan contra una fuerza que es inquebrantable. Ojalá se haga eco de lo ocurrido hoy en la cancha de Brown y que no solo quede como una mancha más de nuestro glorioso fútbol", completó el nacido en 1996, con un comunicado realmente sentido y genuino, que marca la situación que se vive en el ascenso.