Se trata de la nutricionista, María Florencia Butti, acusada de matar a su beba de poco más de un mes, defendida por los abogados Alfredo Gascón y Miguel Molina.
El hecho que tuvo lugar en el sexto "B" del edificio ubicado en 14 entre 57 y 58. La criatura sufrió una "asfixia por inmersión" que le provocó la muerte.
Una de las explicaciones que se barajaba es que la mujer sufría la llamada psicosis posparto.
El veredicto determinó que la reacción frente a su hija, "la ha tenido por inimputable razón del cuadro de salud mental que la misma transita, incluso desde antes de la comisión del hecho".
En tanto se aclara que padecía un "cuadro psicótico agudo de inicio en el perpétuo inmediato y por tanto, carecía y carece de la capacidad de motivarse en la norma, razón por la cual decae la posibilidad del Estado de reprocharle su accionar".