Como ocurre en todas las elecciones legislativas, las miradas se centran en la Provincia de Buenos Aires. La madre de todas las batallas.
Juntos por el Cambio no logra definir qué perfil de candidato o candidata utilizar para encabezar la boleta de Diputados Nacionales. María Eugenia Vidal no da definiciones y Patricia Bullrich la cruzó: quiere que juegue allí y no vuelva a la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO descuenta un triunfo holgado.
El Gobierno no llegará con buenos números económicos a las elecciones, pero la oposición teme que el avance de la campaña de vacunación compense ese déficit. Aún con las dificultades económicas (sobre todo una inflación muy alta y sostenida), el Frente de Todos continúa con números competitivos en la Provincia de Buenos Aires.
Para no quedar mal parados en la Cámara de Diputados, Juntos por el Cambio necesita llegar al 40% de los votos en tierras bonaerenses. De lo contrario, el kirchnerismo quedaría cerca del quorum automático si teje alianzas con los bloques más pequeños.
En Juntos por el Cambio razonan: “Si no ganamos en este contexto de pandemia y crisis, no ganamos más”. El Zoom entre Macri y Espert confirma estas preocupaciones. El peronismo unido en la Provincia de Buenos Aires es un escollo que obliga a extremar la creatividad para ganar. Por eso, el ex Presidente apura un acuerdo con los liberales en el distrito bonaerense.
Contrariamente a lo que se imagina, las encuestas están dando mejor a los liberales en la Provincia de Buenos Aires que en la Ciudad de Buenos Aires. Pero ese posible acuerdo entre Macri y Espert tiene límites por todos lados. Uno es el interno: no todos los sectores del PRO y la UCR se van a sentir a gusto con el desembarco de los liberales. Y lo mismo del otro lado: los liberales recuerdan las jugarretas de Miguel Ángel Pichetto para dejarlos sin estructura partidaria oficial.
También es cierto que no todos los liberales están con Espert. Republicanos Unidos es un espacio que aglutina a varios economistas y dirigentes mediáticos como Spotorno, Boggiano o Segré, y su intención es competir en el 2021 sin adherir a Juntos por el Cambio.
Algunas internas son más descarnadas, y otras más sutiles. En una revista digital con orientación “cambiemita”, Pablo Aveluto (ex ministro de Cultura de Macri) reflexionó: “Con la indignación no alcanza. Ni para ganar elecciones ni para gobernar en términos democráticos, modernos y eficientes. Las redes sociales están generando ilusiones de sobrerrepresentación”. Su nota se titula: “Con el antikirchnerismo no alcanza”. Parece un aviso a Patricia Bullrich y sus seguidores. Y no es el único que lo piensa en Juntos por el Cambio.
