![Comerte las uñas es más malo de lo que pensás](/adjuntos/900/578910753757.jpg)
Cuando estamos nerviosos, solemos comernos las uñas. Y eso le pasa a muchísima gente, a más de la que creés.
Lo cierto es que esta práctica tiene un nombre. Se trata de "onicofagia" (ese es el término técnico) y si bien puede parecer inofensivo, es una conducta que puede poner en riesgo tu vida si es algo que no puedes controlar.
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¿Qué es la onicofagia?
Se trata de la conducta compulsiva de mordértelas. El impulso se adquiere en la infancia y podría ser un síntoma de condiciones más complejas, como ansiedad o depresión.
Ocurre, en general, en períodos de mayor estrés o durante crisis de ansiedad, y es normal que se intensifique la conducta, lo que puede provocar lesiones físicas. Por ejemplo, pérdida total de uñas, deterioro del esmalte dental, infecciones, deformación de la cutícula o infecciones en la piel son consecuencias directas.
Según un estudio, aquellas personas que se muerden las uñas excesivamente no solo llegan a lastimar el cuerpo de la uñas, sino que rasgan la piel que las recubre. Las bacterias y virus en la saliva pueden entrar al cuerpo por estas heridas y complicar todo.
Y además, pueden provocar sepsis, una enfermedad de la sangre que va deteriorando los órganos debido a la formación de coágulos producidos por la respuesta inmunitaria del organismo.
¡Ojo!