Diego es de La Plata y hace 10 años esperaba su primer hijo. Su mujer estaba embarazada. Una ola de responsabilidades se le vinieron encima.
Fue allí que experimentó con algo nuevo. Conoció la medicina china y se metió de lleno en ese mundo. Estudió e investigó mucho sobre el tema, y descubrió que empezó a sentirse mejor poniendo en práctica sus preceptos.
Hoy se “especializó” en el Chi Kung terapéutico y sus clases sorprenden a los vecinos que pasan por el Parque Saavedra.
“Hice un profesorado y después de varios años de estudio y práctica, tenía ganas de compartirlo, sin necesidad de que las personas hagan un curso o tengan tantos años hasta encontrar resultados positivos”, dice en diálogo con LAPLATA1.com Diego.
Arrancó con dos personas con problemas reumáticos. Y de ahí se fue multiplicando: llegaron a ser 30 en el Parque Saavedra. Con la pandemia tuvieron que frenar las clases. Había que cuidar la salud.
“La gente me llamaba para ver cuándo volvíamos. Y finalmente resolvimos hacer clases por zoom”, explica. Pero la movida virtual creció más de lo previsto: convocó a distintos maestros de todo el mundo y daban clases online gratuitas. Maestros de España, China, Malasia, México e Italia. Duró casi un año.
Y también en el 2017 se pegó una vuelta por China. Un viaje que no podía evitar. “Fue una oportunidad única. Estuve en tres lugares distintos. La vida, la cultura y la alimentación son muy diferentes, pero a la vez sorprendente y alucinante”, recuerda.
Luego Diego vuelve a sus inicios. Y profundiza: “Tenía mucho stress y ansiedad cuando mi mujer estaba embaraza. Era todo nuevo. Me sentía con muy baja energía y me enfermaba muy seguido. Enseguida tenía gripe, resfríos. Ahora me siento con mucha más energía, no me enfermo casi nunca. Y eso se lo atribuyo a la práctica”.
“Mucha gente ve que ha cambiado su temperamento, sus emociones. Ya no está esa ira interna. Tenés más calma para elaborar una respuesta”, completa.