“Don Mattu” es uno de los coleccionistas más renombrados de La Plata. Tuvo durante 27 años la casa del Comic en la Galería San Martín.
Tiene 58 años y ya desde los 2 mantuvo contacto con las primeras figuritas. Periquita era el álbum del momento.
“Hace muchos años que estoy vinculado con el coleccionismo y la movida retro. En 1963, cuando tenía 2 años, tuve mi primer álbum que era Periquita. Parecía que era para niñas porque tenía brillantes, pero eran mixtos”, recuerda en diálogo con LAPLATA1.com.
Mattu viajó en el tiempo y recordó aquellos instantes de la infancia. “Era un momento donde todos los barrios tenían calles de tierra, con muy poca población y casi sin kioscos. Si un barrio tenía más de un kiosco pensábamos que era Disneylandia”.
En ese sentido, explicó que esa década del 60 “la distribución de figuritas y golosinas era muy irregular. Generalmente llegaba todo tarde o se discontinuaba. A la salida del colegio, muchas veces iban las mismas distribuidoras y regalaban paquetes de figuritas. Entonces ahí se emparejaba, pero era diferente conseguir en todos los barrios”.
Mattu tienen una gran memoria y empieza a enumerar todos los albúmenes que fueron surgiendo: Batman, Misión Apolo, Brillantes de Disney, Tarzán en grandes cacerías, Piratas, Ídolos, Campeones, El Zorro.
“En los primeros tiempos los álbumes estaban muy vinculados con las aventuras o cuestiones enciclopédicas. Eran sobre eventos históricos o información muy escolar. Pero después se trasformaron a partir de la masificación de los canales de televisión y la llegada de muchos personajes en las casas de las familias”, aseguró.
El vecino de Tolosa recuerda que las figuritas eran de lata y cartón, y también pasa una pequeña factura: “La mayoría de los albúmenes no se podían llenar porque siempre había figuritas muy difícil de conseguir”.
Las épocas cambiaron. Y Mattu lo sabe: “Antes las cosas se compraban, las tenías y después se las regalabas a tus hermanos o primos más chicos. No existía el tema de la colección. Se vivía el presente, no sabíamos lo que pasaba en el resto del mundo. No había tantos canales de televisión o internet. Ahora tenés todo a mano con un botón”.
“Hay muchos locos como yo que coleccionan. Se pueden recuperar muchas cosas, pero también hay baches y cosas que se perdieron: artículos, revistas, publicaciones. Hay un momento de cosas que no están en internet pero esto es apasionante", subraya.
"De tanto en tanto me encuentro con un loco como yo y tratamos de recordar cosas del pasado. Pero hay que tener muy buena memoria”, completa.